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lunes, 29 de agosto de 2011

Memoria y presente de las luchas libertarias en Bolivia


Edición en homenaje al centenario de Petronila Infantes.


Presentación


La presente edición reúne diversos escritos de personas que han estudiado, acompañado y puesto en obra las ideas libertarias en nuestro país, a partir de su inserción concreta en el debate intelectual y la lucha política. Desde fines del siglo XIX las ideas anarquistas circularon por todo el continente, y se injertaron en centros culturales, mutuales y asociaciones obreras, para dotarles de nuevos sentidos y herramientas de comprensión de sus prácticas e inquietudes sociales. Así se puso en marcha un fértil proceso de articulación, yuxtaposición y contradicción entre diversos horizontes de pensamiento y acción, en lo que El Colectivo 2 ha bautizado como un ámbito ch’ixi de constitución de subjetividades y prácticas descolonizadoras.

En este proceso, es notable cómo logran articularse las dimensiones universalistas de la doctrina anarquista, con una ética del trabajo que se nutre de múltiples vertientes populares e indígenas: prácticas comunales de agricultura y crianza, saberes manuales y técnicos de las comunidades gremiales urbanas (carpinteros, floristas, culinarias, sastres, mecánicos), y ante todo, éticas de vida que son para nosotrxs un ejemplo y una fuente de inspiración cotidiana. La autonomía frente a los partidos políticos y el Estado, la distancia desconfiada ante la verborrea de agitadores de escritorio y cultores del saber libresco, se combinaron, en la Federación Obrera Local y en la Federación Obrera Femenina, con una actitud abierta y pluralista. La ávida curiosidad por la literatura, sus prácticas de teatro y otras artes corporales, sus notables ejercicios de escritura ch’ixi y de agitación política callejera, colocan al movimiento libertario paceño en un puente o taypi entre la cultura universal de su época y la memoria y experiencia de trayectorias históricas profundamente locales y arraigadas. Esta explosiva combinación dio lugar a formas de organización, movilización e identidad, que este pequeño libro intenta rastrear, en un trayecto pasado-presente que quiere ser también anticipación y deseo de futuro.

El trabajo de Silvia Rivera sobre un manifiesto difundido en 1929 por el mecánico Luis Cusicanqui, hace notar la complejidad lingüística de sus marcos de pensamiento y sus estilos de interpelación. Escrito en un “momento de peligro”, en las vísperas de la conflagración bélica del Chaco, el documento revela una elaboración indígena de la memoria social comunal y urbana, a través de un mestizaje ch’ixi, liberado de complejos, que caracteriza a este notable activista del grupo “La Antorcha” y de la FOL. El texto “La Voz del Campesino”, escrito por Cusicanqui, forma parte de esta dupla de análisis y documentación, que data de la escritura de Los Artesanos Libertarios y la Ética del Trabajo, publicado por el THOA en 1988, bajo la autoría de Zulema Lehm y Silvia Rivera. Por su parte, Waskar Rodríguez se centra en las mujeres de pollera que dieron vida a la FOF, quienes, como Petronila Infantes (culinaria) y Natividad Veramendi (florista) habrán de darle un sello cultural particular a las luchas sindicales por la ciudadanía. El texto sobre “el anarquismo de las cholas” forma parte del capítulo III de su libro La choledad antiestatal. El anarcosindicalismo en el movimiento obrero boliviano, 1912-1965, publicado el 2010 en la editorial libertaria Anarres de Buenos Aires, que apenas comienza a circular en Bolivia. En este texto, Rodríguez se nutre abundantemente de los trabajos publicados anteriormente por el THOA y TAHIPAMU, a los que complementa con documentación de archivo y una rica veta analítica de su propia cosecha.

La sección dedicada al presente se abre con una emotiva carta, en segunda persona, de Nina Mansilla a Petronila Infantes, que es a la vez un diálogo intergeneracional y una decidida interpelación ética a los llamados “movimientos sociales”, que en la actualidad se debaten entre el faccionalismo y la sumisión a los poderes estatales. Hemos querido resaltar esta mirada femenina, precisamente porque el año 2011 se cumplen 100 años del nacimiento de doña Peta, esa mujer que inspiró con tanta fuerza y amor a las culinarias paceñas y a muchas mujeres de hoy, para mantener viva la llama de su rebeldía e insumisión. La segunda parte se cierra con dos textos breves, escritos hace algún tiempo por Carlos Crespo, activista libertario de Cochabamba, en los que pone de manifiesto las formas antiestatales y comunitarias de la lucha social contemporánea (ejemplificadas por las organizaciones indígenas y la guerra del agua), que pese a los esfuerzos tan sistemáticos de los neodesarrollistas y de los p’ajpakus de la añeja izquierda leninista, no han logrado ser totalmente desmanteladas hasta el presente.

Ahora que se está llevando adelante una nueva marcha indígena desde los llanos hacia el epicentro estatal, en demanda de respeto a sus propias formas de organización y cuidado territorial, creemos que ha llegado el momento propicio para este ejercicio de rememoración histórica. La edición de Piedra Rota que tienes en tus manos, apunta a echar leña al fuego del debate actual por la democracia, la libertad y la autodeterminación indígena y popular; a reconectar el pasado con el presente, y a sustentar una crítica razonada ante la doble moral de nuestros gobernantes, ante la ostensible brecha entre sus discursos y prácticas, y ante los filos autoritarios y neodesarrollistas que ha asumido la llamada “revolución democrática y cultural” de Evo Morales y la intelectualidad llunk’u que lo envuelve y desenvuelve.

El Colectivo 2 - Tembladerani


Indice

Presentación. Por El Colectivo 2

Primera Parte. Memoria

La identidad ch’ixi de un mestizo. En torno a un manifiesto anarquista de 1929.

Silvia Rivera Cusicanqui

La voz del campesino (1929)

Luis Cusicanqui

La Federación Obrera Femenina. El anarquismo de las cholas

Waskar Rodriguez García

Segunda Parte. Presente

Carta a Petronila Infantes

Nina Mansilla Cortés

Autonomía frente al estado en dos procesos históricos: Pacto colonial y guerra del agua.

Carlos Crespo Flores

Estado y autonomía en Bolivia. Una interpretación anarquista

Carlos Crespo Flores


PARA COMPRAR PIEDRAS ROTAS:
http://www.facebook.com/profile.php?id=100001219782284
Álvaro (73518515)
Beatriz (70683073)

sábado, 27 de agosto de 2011

PIEDRAS ROTAS

Acaba de salir una nueva Piedra Rota sobre anarquismo!!

Memoria y presente de las luchas libertarias en Bolivia (2011). Edición en homenaje al centenario de Petronila Infantes, con el siguiente contenido:

Presentación por el Colectivo 2
Primera parte. Memoria
"La identidad ch'ixi de un mestizo. En torno a un manifiesto anarquista de 1929" Silvia Rivera Cusicanqui
"La voz del campesino (1929)" Luis Cusicanqui
"La Federación Obrera Femenina. El anarquismo de las cholas" Waskar Rodriguez García
Segunda Parte. Presente
"Carta a Petronila Infantes" Nina Mansilla Cortéz
"Estado y autonomía en Bolivia. Una interpretación anarquista" Carlos Crespo Flores

PRECIO 20 bs.

Tenemos también a la venta:

¿Tienen historia los objetos? El encuentro de Pasteur y de Whitehead en un baño de ácido láctico. Bruno Latour, con prólogo de Álvaro Pinaya (2010)

PRECIO 10 bs.

La ficción como conocimiento. Subjetividad y texto; de Duchamp a Feyerabend. Adolfo Vásquez Rocca, con prólogo de Álvaro Pinaya (2010)

PRECIO 10 bs.

... Y una edición de Piedra Rota audio/visual sobre fotografía realizada por personas ciegas en Quito:

Y tú ¿qué ves? dirigido por Violeta Montellano

PRECIO 20 bs.

PARA COMPRAR PIEDRAS ROTAS:
http://www.facebook.com/profile.php?id=100001219782284
Álvaro (73518515)
Beatriz (70683073)

domingo, 14 de agosto de 2011

Dos notas de prensa sobre la techada y el estreno de la cátedra libre por Gilka Wara

W. Céspedes habló sobre los sikus en el Tambo

También evocó a su madre, la actriz Matilde Garvía

La Razón, martes 9 de agosto

Gilka Wara Céspedes ofreció una charla sobre los sikus en el Tambo Colectivo. La coauspiciadora de este proyecto cultural y propietaria del espacio físico del Tambo, inauguró con esta charla el espacio denominado Cátedra libre, aún en construcción, que albergará una de las actividades del grupo El Colectivo 2, y de la fundación cultural promovida por Céspedes. La finalidad de ambos grupos es la de rescatar la memoria cultural y democratizar el conocimiento, innovando los modos de intercambiar iniciativas intelectuales y productivas.

La charla, matizada por un cocapi, culminó con un ameno intercambio de ideas, entre música, baile y un sentido homenaje al espíritu de Matilde Garvía, actriz boliviana, cultora de la poesía aymara, cuyos restos fueron enterrados en este lugar el 5 agosto del año pasado, por iniciativa de su hija, Gilka Wara Céspedes.

http://www.la-razon.com/version.php?ArticleId=135307&EditionId=2616



El Colectivo construye un nuevo centro cultural

Techado. El grupo de reflexión intelectual puso la mano de obra y el domingo techó el Tambo

El domingo 31 se realizó la ceremonia de techado del centro cultural de El Colectivo, cuya construcción se inició en agosto del año pasado en un terreno ubicado en la calle Jaime Zudáñez de la zona Alto Sopocachi.

Con la dirección de un maestro albañil, los integrantes del grupo de reflexión trabajaron durante casi un año en “el Tambo de El Colectivo”, para dar forma a lo que, dentro de poco, será un nuevo centro cultural paceño.

El Colectivo surge a partir de un grupo de estudiantes de Sociología que se juntaron para debatir, charlar y reflexionar sobre distintos temas, y se consolida con la investigación efectuada a propósito de la muestra de arte “Principio Potosí”, que se exhibió en España y Alemania el 2010, y en Bolivia, durante marzo y abril de este año, en el Museo Nacional de Arte. Producto de ello sale la publicación Principio Potosí Reverso, que habla principalmente de volver a territorializar los cuadros utilizados para la muestra, entendiendo la significación de éstos en sus lugares de origen.

Luego, hicieron un documental sobre Matilde Garvía, la actriz pionera del cine nacional, y la hija de ella, Gilca Wara Céspedes, se contacta con el grupo para cederles un terreno a fin de que se construya el centro cultural.

Entonces, se podría decir que el 5 de agosto de 2010 se inicia la nueva etapa de El Colectivo, con un lugar que posibilita no sólo tener un espacio físico de reunión y socialización, sino también integrar el saber y el hacer como un principio, pues “no puede haber contradicción entre la labor manual y la intelectual”, indica Silvia Rivera, integrante del grupo.

Bajo la supervisión del maestro Gabriel, la gente de El Colectivo puso mano de obra para levantar la estructura que el domingo fue techada. “Trabajamos siguiendo los consejos del maestro, y averiguando en internet experiencias de construcción con materiales alternativos”, aclara Rivera.

En el Tambo habrá un café cultural —con cimientos construidos con llantas desechadas—, además del edificio principal, donde se darán diversos talleres. Uno de estos será “Arquitectura sin arquitecto”, dictado por el maestro Gabriel Ramírez.

http://www.la-razon.com/version.php?ArticleId=134826&EditionId=2609


La primera etapa de la techada del Tambo Colectivx 22 de Junio de 2011, La Paz - Bolivia

Viendo cómo hemos empezado, podemos pensar, también, cómo podemos concluir y materializar nuestras aspiraciones, todo tiene que hacerse con amor, con esa amistad que tan compleja es, que mejor si se la entiende como la amistad con mayúsculas.

Podemos parecer distraídos, pero que las apariencias no les engañen, siempre, todos los colectiverxs, están viendo cada detalle de lo que se hace en el Tambo.


Las paredes, los tijerales y los listones, clarito nos decían como proceder para elevar el techado. El mastroy es mucha dosis, a ratos uno se retrae bastante tiempo para entender cosas que nos va indicando, pero ese “tiempo” tiene que ser instantes fugaces, porque lo que necesita el mastroy lo necesita ese rato.



Concluir es parte de un hacer, pero éste no es y ya. Éste tiene que reflejar lo que uno ha aprendido en toda su día y en su vida, nada puede quedarse a la deriva, cada centímetro, cada suspiro tiene que estar acompañado de la paciencia y el buen humor.




Todo parece no cambiar, pero ahí esta lo que cambia.




Cada metro cuadrado de nuestro techo pesa 48 kilos, pero la estructura esta pensada para eso y más, el mastroy, precavió hasta para una nevada o una granizada que caracteriza a nuestra ciudad.


Cuando uno hace las cosas con mucho esmero, uno no tiene por qué dudar o sentir miedo de que todo se venga para abajo, algo así comentaba Marco quien hasta hace poco perdió su vértigo.


Ser parte de todo este proceso es muy grato, todos, estando cerca o lejos, nos hacen sentir su presencia y su cariño. En el Tambo, lo lindo es que siempre nos espera. Julio Cesar ya lo dijo, uno viene al tambo para recargar energías para seguir adelante.


Les dejo con la imágenes, ya que me parecen más elocuentes.


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Todo, realmente todo, es un regalo de la pacha, gracias.


Álvaro Pinaya